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Encantadores Decantadores

El Decanter es una joya de cristal transparente soplado, donde se coloca el vino antes de servirlo en la copa, su origen primario se remonta a las antiguas ánforas de barro romanas, que servían para el “servicio del vino”.

Luego fue una tradición muy antigua, impuesta por los “vigneron” europeos en épocas en la que los vinos no se filtraban. Así, como no se podía impedir la formación de sedimentos en las botellas, se dejaba al consumidor la tarea de separarlos, antes de servirlos.

De esta manera se fue creando todo un rito alrededor de los decantadores. Rito que perdura aún en nuestros días.

Estos accesorios tienen una forma tradicional de cuello largo y base ancha, en donde el vino pueda tomar contacto con una buena porción de aire; recordemos que si una botella posee sedimentos, probablemente ésta sea de varias cosechas pasadas, por lo que una generosa oxigenación siempre será bienvenida.

En el momento que uno empieza a disfrutar más del placer de tomar vino y cuando comienza a incrementarse el precio de las botellas que compra, el servicio del vino se convierte en algo a lo cual uno no puede dejar de prestarle atención. Tanto en casa como en el restaurante, el buen servicio del vino hará que éste se disfrute mucho más, especialmente cuando se cuenta con las herramientas necesarias y si siguen algunos procedimientos para hacer del momento de tomar un vino, una experiencia aún más placentera.

Muchas veces escuchamos hablar de que algunos vinos necesitan ser decantados o trasvasados para su mejor apreciación. Sin embargo, es importante entender que no todos los vinos necesitan de estos procedimientos. El proceso de trasvasado consiste en pasar la totalidad del líquido de la botella a un decanter; esto se hará solamente con aquellas botellas que presenten algún aroma algo defectuoso al principio y eventualmente también es recomendable para los vinos de guarda de gran complejidad que necesitan un determinado tiempo para expresar todos sus aromas y que se verán beneficiados con esta práctica.

Simplemente lo que se logra con esto es aumentar la superficie de contacto entre el vino y el aire, haciendo que el vino se exprese más rápidamente, de la misma forma que lo hace dentro de una buena copa (a diferencia de que de esta manera este proceso se ve significativamente acelerado).

El decantado, en cambio, consiste en verter el contenido de las botellas de vino que formaron pozos o sedimentos por el paso del tiempo en el decanter, buscando de separar a éstos del líquido y así evitar que los mismos terminen en la copa al servirlos. 

Esta es una tarea bastante compleja que requiere que la botella se mantenga acostada y se abra acostada con la ayuda de una canasta especial, para luego proceder a verter el vino en el decanter con la ayuda de una vela u otra fuente de luz que permita ver, a través del oscuro vidrio, cómo pasa el líquido y así
detener el proceso cuando empiezan a escaparse los sedimentos, de esta forma obtendremos el vino limpio en el decanter y los sedimentos con un mínimo de vino sobrante que se desechará en la botella.

En breve contaremos de su lavado y guardado….

SALUD!!