Winifred Ana Weaver
Su vida
Se considera una persona multidisciplinaria, emprendedora y muy entusiasta, generadora y creadora de espacios, hoy su hobby se transformó en su modo de vida y su material es todo lo que provenga de la tierra: flores, follajes, plantas y yuyos.
Estudió diseño escenográfico en la UNC y entre el ir y venir armando espacios para teatros y filmaciones , a modo de recreo, comenzó el camino de la Floristería.
Primero fue a empresas de ambientaciones quienes apostaron a sus habilidades y durante la pandemia focalizó aún más lo que quería crear con sus manos como modo de vida. Por eso, lo primero que hizo, fue agarrar su bici y repartir ramos por Mendoza, hacía casi 40 km diarios entregando colores y detalles a personas que no tenían la posibilidad de salir de sus casas, fue ahí lo maravilloso de la experiencia. Esas personas quedaban felices y ella maravillada de ver sus rostros y poder hacer lo que ama. A los meses abrió su primera florería que lleva su nombre, porque quería mostrar que lo que ella entrega, es su esencia personal transformada en un conjunto de tallos. Y nos cuenta que es increíble lo que este emprendimiento le enseña día a día , siempre desafiándola a crear en mayores y distintas dimensiones!
Su obra
“Hoy quien me impulsa son las flores que me contagian de su color y vibración para que todos los días me levante a jugar y crear con ellas…”
“No solo hago ramos, también instalaciones, escenografías , ambientación de eventos y todo lo que la botánica me permita para crear. Tanto con flores frescas como con flores secas”
“Hoy luego de 2 años de emprender cuento con mi segunda sede “La casa de las flores” que es mi taller a puertas abiertas. Allí cuento con un equipo maravilloso de 9 personas y mi familia que me apoya constantemente en cada movimiento que hago.”